miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Quién ·$%&!! SOY?

SOY, de-fi-ni-ti-va-men-te, un ser afortunado ¿Por qué? Por muchas razones, primero porque existo y soy consciente de esta mi maravillosa existencia, segunda porque soy un ser único, hermoso e irrepetible, en una palabra: un ser maravilloso como los hay muchos. Nunca ni antes ni después otro ser ha sido ni será exactamente igual a mí, no tendrá mi sonrisa ni mis dientes imperfectos que se resisten aún a la visita del odontólogo, no tendrá mis manos llenas de líneas que más que hablar del futuro gritan mi pasado, tampoco tendrá mis cincuenta lunares ni los múltiples defectos de mi estructura ósea consecuencia, en su mayoría, de una vida llena de subidas y bajadas o mejor dicho de subidas y caídas.

También SOY un ser afortunado porque sé quiénes son mis padres y los padres de mis padres, por tener a mis cuatro hermanos que conforme se van uniendo y encontrando a sus parejas se han ido multiplicando. Por haber nacido en una tierra inmensamente grande e inmensamente rica en paisajes, climas, recursos, historias y gente: mi México querido. Mi fortuna viene también de saberme completa fisiológicamente hablando, pues como la mayoría de ustedes tengo un par de manos con cinco dedos cada una y con el obligado par de pulgares opuestos; tengo dos piernas que funcionan perfectamente y como dice la canción que aprendimos cuando niños también “tengo dos ojos, una nariz, dos orejas y una boca”, pero además un corazón que es tan rojo como el que más aunque mi exterior sea casi tan blanco como una sábana de hospital en tiempos de paz. Al final ¿Qué más da el color? si todos por dentro somos “ínticos” (decía mi abuela), pero en tierra universitaria mi corazón es azul y mi piel dorada.

Y la fortuna sigue cuando ME SE capaz y libre de tomar mis propias decisiones y lo suficientemente fuerte como para enfrentar las consecuencias de mis decisiones (pensamientos, palabras, obras u omisiones); libre para decidir a quién amar, si creo o no creo y en qué Dios quiero creer; si voto o no voto y por quién voto. Libre para decidir callar o gritar a los cuatro vientos, libre para saberme libre aún tras las rejas porque nadie nunca podrá quitarle a un ser humano la libertad para soñar, imaginar y crear.

Tanta fortuna me orilla a ser también un ser agradecido por tantas bendiciones, por tener el cariño de mi familia y de mi gente más cercana, por haber aprendido a leer y ahora por la oportunidad de poder escribir es este espacio. SOY un ser agradecido porque tanta fortuna no la he amasado yo sino que me ha sido dada para que yo pueda compartirla con otros y este es, creo, una de las muchas formas de derrochar la riqueza de SER mujer en los albores del siglo XXI. En un mundo sin fronteras físicas pero todavía con grandes muros ideológicos; en un mundo donde la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad para hacernos responsables de los daños ambientales; un mundo donde todos los días el conocimiento avanza pero aún hay analfabetas; donde se habla de globalidad pero aún no se comparten la responsabilidad social ni la riqueza económica por igual.

Ese es mi mundo, el mundo donde habito, el mundo que me enseña, que me alimenta y me enriquece, pero este es mi espacio, mi blog, donde puedo sentir que en verdad todos SOMOS iguales, que no hay fronteras ni temporales ni espaciales, donde por lo menos todos sabemos leer, donde nadie es esclavo de nadie y donde muchos hacen un esfuerzo, desde su computadoras, por generar en los otros un poco de conciencia social o ambiental a partir de compartir eso que cada uno ES.

La Blanche.

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